Este sábado, una nueva masacre tuvo lugar en la ciudad de Durán, en la provincia de Guayas, donde siete personas perdieron la vida, según información policial.
El Servicio Integrado de Seguridad, ECU 911, recibió la alerta de la emergencia cerca de las 23:00, hora local. de acuerdo con medios locales de prensa, el informante detalló que los disparos se realizaron contra un grupo que permanecía en el exterior de una casa.
Mientras tanto, la crisis energética impactó al turismo nacional, según alertó el vicepresidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, Luis Tenempaguay, en declaraciones al canal Ecuavisa.
De acuerdo con Tenempaguay, las reservas en las provincias de Esmeraldas y Santa Elena no alcanzaron ni el 50 por ciento en hoteles y restaurantes, pese a contar con plantas para la autogeneración eléctrica.
El gremio del sector turísticos comentó que, además de la inseguridad, los apagones incidieron en que los turistas que usualmente llegan en esta época, que son principalmente de Pichincha, no lo hicieran.
El 45 por ciento de la ocupación hotelera estuvo reservada desde antes que iniciara el feriado, pero solo el 30 por ciento de esos turistas llegaron. Y tenían que acostarse temprano, porque el racionamiento empezaba a medianoche y duraba hasta el siguiente día, denunció el Tenempaguay.
Por otro lado, la ministra encargada de Energía y Minas, Inés Manzano, culpó a gobiernos anteriores de la crisis energética que atraviesa el país, donde se mantendrán esta semana apagones de 10 horas diarias.
«Los cortes de luz que atraviesa el país responden a decisiones de administraciones anteriores y la alta dependencia de recursos hídricos», aseveró la funcionaria en un video divulgado en redes sociales.
El expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017) comentó en entrevista al programa Otro Relato, de Radio Pichincha, que la actual situación no es culpa del presidente Daniel Noboa, “pero sí de no haber hecho lo que tenía que hacer desde el primer momento: intervenir el parque termoeléctrico, que está destrozado».
Expertos vaticinan que los apagones se prolongarán hasta abril de 2025.
Ante la crisis, los ecuatorianos están preocupados por la situación económica y los posibles despidos, mientras los gremios empresariales estiman pérdidas de 12 millones de dólares por cada hora de apagón.
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