“Hemos acordado que ya no vamos a emitir las guías de movimiento para ganado en pie (…). Ganado en pie ya no se va a trasladar a las zonas fronterizas”, afirmó el titular en entrevista concedida al canal estatal Bolivia Tv.
Al explicar las medidas establecidas en el decreto supremo 5245 para regular el comercio en zonas de fronteras, informó que esta iniciativa fue socializada con los dirigentes de la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne.
Subrayó que ellos denunciaron que mucho ganado en pie de áreas rurales es ilegalmente trasladado a las fronteras.
Insistió en que Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) anulará estas guías de movimiento de tal manera que ya no exista traslado de ganado en pie hacia las fronteras, y advirtió que de ocurrir se incautarán los vehículos y los animales.
El 9 de octubre, el Gobierno nacional aprobó el decreto 5245 para sancionar el denominado contrabando a la inversa (traslado ilegal de alimentos a países fronterizos) con el consiguiente incremento de los precios internos.
Dentro de este contexto, las Fuerzas Armadas desplazaron más de mil efectivos con la misión de ejercer control en los pasos hacia Perú, Chile y Argentina. Al referirse al tema, el analista económico Martín Moreira señaló que este contrabando ocasiona al menos cinco consecuencias negativas para la economía boliviana y resaltó que el despliegue militar en las fronteras es una respuesta directa a esta problemática.
Comentó que esta ilícita provoca la pérdida de ingresos fiscales al evadir impuestos y aranceles aduaneros, lo que repercute directamente en la capacidad del Gobierno para invertir en infraestructura, servicios públicos y programas sociales.
Mencionó en segundo lugar que origina una competencia desleal dañina para los comerciantes legales y el empleo formal, lo cual debilita el mercado interno.
Moreira agregó que los productos de contrabando, al ser más baratos por la evasión de impuestos, dificultan la competencia para los productores locales, con lo cual desincentiva la inversión en sectores clave como la agricultura, la industria y los servicios y pone en riesgo su sostenibilidad a largo plazo.
Recordó que también el contrabando constituye una amenaza a la salud y la seguridad de la población al violar los controles de calidad y mantener vínculos con el narcotráfico y el crimen organizado.
Finalmente, criticó que todos esos antecedentes dañan la reputación de Bolivia a escala internacional, lo cual desalienta la inversión internacional y afecta su participación en acuerdos comerciales y de cooperación transnacional.
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