La energía renovable sigue concentrada en unos pocos países, a menudo ricos, y es inaccesible para la población mundial, en particular para los pobres de las zonas rurales, que suelen depender de combustibles tóxicos para cocinar, señaló dicho grupo de organizaciones no gubernamentales (ONG) activas contra el calentamiento mundial, reflejó el reporte de CAN.
Pese al continuo crecimiento de la inversión en energía renovable, las naciones en desarrollo siguen teniendo demasiadas barreras para acceder a la financiación adecuada para desenvolver sus propias energías renovables, entre ellas la creciente deuda, la limitada financiación pública basada en subvenciones y el elevado coste del capital en sus regiones.
Al mismo tiempo, están extrayendo los minerales críticos necesarios sin el consentimiento de los pueblos indígenas y las comunidades afectadas, y a un alto costo para el medio ambiente.
Julie Ducasse, coordinadora de datos sobre energías renovables de CAN, afirmó que “La distribución actual de las energías renovables es muy desigual, lo que deja a millones de personas sin electricidad limpia y frena el progreso socioeconómico, especialmente en zonas rurales.
Mientras, los países desarrollados no están desplegando suficientes energías renovables para eliminar gradualmente los combustibles fósiles, ni proporcionan suficiente apoyo financiero a las naciones en desarrollo.
Elizabeth Wangeci Chege, especialista en eficiencia energética y refrigeración de la organización internacional Energía Sostenible para Todos, alertó que ya se superó la mitad del Decenio de Acción para alcanzar las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 para 2030, y restan unos dos mil días para aumentar significativamente la proporción de energía renovable.
Sin embargo, resulta alarmante que la proporción mundial de energías renovables en el consumo energético total haya retrocedido y se debe revertir urgentemente esta tendencia y acelerar la transición a la energía limpia para 2030.
Aún hay 685 millones de personas en todo el mundo, incluidas 591 millones en África, que carecen de acceso a la electricidad.
Debemos poner fin a estas desigualdades, priorizar a las personas y a la naturaleza y liberar todo el potencial de las energías renovables, acotó.
Karabo Mokgonyana, activista de energía renovable en Power Shift Africa, apuntó que detrás del crecimiento de la energía renovable se esconden profundas desigualdades, pues África y otras regiones en desarrollo son dejadas atrás en la carrera energética mundial, excluidas por los altos costos de capital, la deuda externa, el acceso limitado a la tecnología y la falta de apoyo de las naciones ricas.
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