En declaraciones a la Revista en Vivo de Canal 4, Orozco recordó que antes del triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua no existía un tratamiento respetuoso a los derechos humanos en las cárceles, sino discriminación y tortura, entre otras violaciones.
Mencionó la construcción de nuevos centros penitenciarios en Granada, Chinandega, Estelí, Matagalpa y Juigalpa, con el objetivo de mejorar la aplicación del tratamiento reeducativo a los reclusos, acciones que luego decayeron con la llegada de los gobiernos neoliberales.
“En 2007, tras ganar las elecciones, se constató que el sistema penitenciario contaba con mil 14 funcionarios a nivel nacional, lo que significaba un abandono total, pues no había tratamiento educativo ni actividades de reinserción”, expresó.
Según Orozco, las cárceles estaban convertidas en bodegas, donde solo se abrían y cerraban las celdas; los presos eran trasladados en camionetas pequeñas con celdas improvisadas similares a las del transporte de animales en los circos.
A decir del jefe policial, el Gobierno sandinista inició la reestructuración del sistema penitenciario y mejoró la infraestructura y las condiciones generales, y obtuvieron una nueva flota vehicular con lo cual garantizan condiciones de seguridad.
Sobre las condiciones de vida en las cárceles nicaragüenses, Orozco se refirió a la reducción del hacinamiento en los centros penitenciarios y resaltó la construcción del penal de mujeres en Tipitapa, el cual cuenta con una casa de maternidad que brinda condiciones adecuadas a las reclusas con niños recién nacidos.
“Los hombres también se encuentran en mejores condiciones; en las prisiones de León y Bluefields se construyó un régimen abierto y semiabierto (…) que es esencial para el tratamiento penitenciario de los reos, incluyendo programas de adaptación laboral y convivencia familiar”, subrayó.
El directivo puntualizó que actualmente, el sistema penitenciario está incluido en los quinquenios de desarrollo del Estado, en un plan de desarrollo humano.
«Un promedio de cinco mil presos están integrados en trabajos socialmente útiles, donde participan en diferentes labores de servicios generales (…) y muchos han recibido capacitación técnica y se integraron al mercado laboral”, explicó, por su parte, el subdirector del sistema penitenciario de Nicaragua, Venancio Alaniz.
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