La sanción fue solicitada por el conocido fiscal José Pérez y su alegato ocupó la penúltima audiencia del proceso, a lo que seguirá mañana la intervención del abogado del exgobernante, tras lo cual el tribunal pasará a deliberar para decidir su fallo.
Pérez dijo que no hay ninguna duda de que Toledo es culpable de los delitos de colusión y lavado de activos, entre otras cosas por reconocer que su amigo Josef Maiman, un exagente de Inteligencia de Israel, pagó las dos últimas cuotas de una casa comprada por él.
A eso se agrega el testimonio del otrora representante de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, y otros ejecutivos de la empresa que declararon que Maiman recibió más de 30 millones en calidad de intermediario de Toledo.
Maiman murió hace tres años y antes confesó a fiscales peruanos que entregó cerca de 21 millones de dólares al entonces mandatario, mediante transferencias a empresas de fachada, y el resto fue para Odebrecht, como compensación por la frustración de un negocio en Colombia.
Durante la audiencia, Toledo, quien permanece en una cárcel exclusiva para exaltos funcionarios desde que llegó extraditado de Estadios Unidos en abril de 2023, protagonizó un incidente cuando el fiscal señaló que está comprobado que el acusado pidió a Odebrecht un soborno de 35 millones de dólares.
El expresidente, evidentemente alterado, interrumpió al fiscal, al grito de “¿A quién he solicitado yo (el soborno)?” y trató de refutarlo.
La presidenta del tribunal, Zaida Pérez, pidió con firmeza al encausado que guarde silencio y deje hablar a Pérez, bajo advertencia de ser retirado de la sala y enviado de vuelta a la prisión, con lo que el reo se calló.
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