La decisión anunciada por la ministra de Educación, Lucy Molinar, pone en riesgo la medición de los conocimientos y de esa manera pretende ocultar las fallas del sistema que marcaba por debajo del promedio en puntos clave de la enseñanza como matemáticas, lectura y ciencias, indicaron.
Molinar dijo al canal local Telemetro que los recursos que se utilizan para financiar las pruebas podrían ser destinados a capacitar a docentes o equipar escuelas.
Sin embargo, el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, Temístocles Rosas, señalo que es importante saber la condición de la educación en el país y estas pruebas dan un marco de referencia sobre las áreas a reforzar .
Al respecto, la diputada independiente Janine Prado, comentó que retirar al país de la prueba PISA limita la capacidad de evaluar el rendimiento de los estudiantes y la efectividad de las políticas públicas.
Por su parte, el economista Felipe Argote calificó la salida de la prueba como “un ridículo internacional”.
“Nos dicen que es para ahorrar ocho millones de dólares, pero la ministra aprobó la reducción del presupuesto educativo en un 25 por ciento, lo que representa mil 266 millones”, remarcó.
También la exprimera dama, Vivian de Torrijos (2004-2009), expresó su descontento, señalando que no participar en las pruebas PISA significa perder una oportunidad clave para entender el nivel educativo del país.
“Es la segunda vez que entramos en esa isla del ‘prefiero no saber’”, opinó en referencia a la decisión previa de la ministra Molinar de no participar en la prueba en 2012.
Mientras el diputado del Movimiento Otro Camino, Ernesto Cedeño, indicó que PISA no mide únicamente los conocimientos académicos de los estudiantes, sino el desarrollo de competencias necesarias para enfrentar la vida diaria.
También el legislador Jorge Bloise cuestionó la priorización presupuestaria del Gobierno, recordando que se le quitaron tres millones de dólares al Ministerio de Educación para cubrir la anualidad de Panamá en la ONU.
“Si sabemos que vamos a salir mal, no significa que dejemos de hacernos la prueba. Es como si alguien con problemas de salud decidiera no hacerse análisis por miedo a los resultados”, comentó.
La última prueba PISA en la que los estudiantes panameños participaron se realizó en 2022 y obtuvieron una puntuación de 357 en matemática, 392 en lectura y 388 en ciencias, mientras que el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es de 450.
Desde 2009, Panamá participa cada tres años en este tipo de evaluaciones.
mem/ga