En su presentación, la mandataria apuntó que el Consejo Europeo de mañana es definido como “de transición”, tras las últimas elecciones del parlamento regional desarrolladas a comienzos de junio, y en el mismo se sentarán las bases de la estrategia comunitaria que se adoptará en los próximos años.
Durante su discurso ante los senadores, divulgado en el sitio oficial de la Presidencia del Consejo de ministros, Meloni apuntó que la nueva legislatura europea se abre bajo la bandera de la preocupación y la incertidumbre, en particular por el agravamiento de los conflictos en Ucrania y Medio Oriente.
Se refirió a los cambios geopolíticos condicionados por la actual situación a nivel regional y global, con desafíos interconectados y el cese de la existencia de bloques homogéneos, a la vez que “la interdependencia de nuestros destinos es un hecho”.
En el plano económico, el Consejo Europeo volverá a abordar cómo fortalecer la competitividad, “e Italia tiene una posición muy clara al respecto”, reafirmó, a la vez que se refirió a la posición de su gobierno, que cuestiona el desarrollo del Pacto Verde Europeo que en su criterio “hasta ahora ha tenido efectos desastrosos”.
Enfatizó, entre otras cuestiones que “perseguir la descarbonización al precio de la desindustrialización es, sencillamente, un suicidio” y reiteró la posición italiana contraria a decir adiós en la región al motor de combustión interna en 2035, iniciativas que consideró frutos de “un enfoque equivocado”.
“Necesitamos acciones políticas concretas que transformen nuestras prioridades en una ambiciosa estrategia industrial europea, para garantizar el crecimiento de las empresas, la protección de la industria y la simplificación del marco regulatorio”, aseveró.
En cuanto a las crisis geopolíticas en curso, reafirmó el apoyo de su país a Ucrania en el conflicto bélico con Rusia, posición que primará en este Consejo Europeo, e hizo alusión al acuerdo de seguridad con Kiev y al noveno paquete de ayuda militar que enviará Roma a esa nación, “centrándonos aún en los sistemas de defensa aérea”.
Expuso la preocupación por la escalada que se está produciendo en el Líbano, en particular por los ataques militares israelíes contra posiciones del contingente militar italiano que forma parte de la misión de las Naciones Unidas en ese país (Unifil), injustificados y violatorios del derecho internacional.
Se refirió además a la crítica situación humanitaria en la Franja de Gaza como consecuencia de los bombardeos de Tel Aviv, que ya causaron más de 40 mil muertes y destacó el compromiso de aliviar el sufrimiento de la población palestina afectada, a través de programas como Alimentos para Gaza», con el envío de cargamentos de ayuda.
“Es nuestro deber seguir haciendo todos los esfuerzos posibles para lograr la desescalada, haciendo que el diálogo vuelva a prevalecer sobre el uso de la fuerza”, expresó, y añadió la necesidad de “una solución política duradera, basada en la perspectiva de dos Estados, en la que Israel y Palestina coexistan uno al lado del otro en paz”.
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