El titular de esa entidad de seguridad, Jaime Fernández, confirmó al canal de noticias TVN lo que antes admitiera el presidente de la República, José Raúl Mulino, entrevistado por Telemetro: los últimos magnicidios sobre todo en la capital istmeña están vinculados al tráfico de drogas y son crecientes los decomisos de estupefacientes.
La evidencia surgió durante el Operativo Panamá 3.0 para combatir a las pandillas, una buena parte de ellas subordinadas a los grupos más temidos del crimen organizado en la región, según Fernández.
De acuerdo con las autoridades locales, en Panamá hay 180 pandillas identificadas, todas vinculadas al narcotráfico internacional, sobre todo en la caribeña provincia de Colón y el distrito capitalino de San Miguelito, sobre todo en el corregimiento Belisario Frías, el más conflictivo.
Hasta la fecha se han detenido a 540 ciudadanos con prontuario delictivo, indicó el funcionario.
Al lanzar el Operativo Panamá 3.0, Mulino explicó que para este plan se incorporarán unos mil 32 agentes en territorios con altos índices de inseguridad.
«Todo esto tiene un único fin: que cada trabajador panameño sienta que vuelve la paz y la seguridad. El desafío es grande, fueron muchos años de falta de liderazgo dando rienda suelta al crimen organizado en todo el país”, remarcó.
Según estadísticas oficiales, el 19 por ciento de los 556 homicidios registrados en la nación canalera en 2023 ocurrieron en Colón y el 18 por ciento en San Miguelito, que se posicionaron así como la segunda y tercera zona más violenta del istmo, solo superada porla provincia de Panamá, que registró el 38 por ciento.
Autoridades del Ministerio de Seguridad señalan que el 70 por ciento de los asesinatos en el país están vinculados al crimen organizado, incluidas las pandillas, que se ocupan de ocultar la droga que llega de Suramérica y de moverla para que salga hacia Estados Unidos, el mayor consumidor, y Europa.
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