Los hechos ocurrieron el 16 de agosto en Rancagua, capital de la Región de O’Higgins, cuando un numeroso grupo de delincuentes sustrajo 12 mil millones de pesos (unos 13 millones de dólares) de las bodegas de la firma Brinks.
Hasta el momento están capturadas 23 personas, entre ellas dos funcionarias de la empresa, pero sólo se ha recuperado una ínfima cantidad del dinero.
De acuerdo con el fiscal Carlos Fuentes, sin la participación de los uniformados el atraco no habría sido posible.
Agregó el funcionario que el delito no fue organizado ni planificado por los policías, pero estos dieron información, midieron los tiempos de reacción y cooperaron en situaciones puntuales, con lo cual influyeron directamente con la ejecución del robo.
El jefe de la Sexta Zona de Carabineros, general Max Jiménez, se refirió a la detención de los cinco efectivos y calificó su complicidad con el crimen como un hecho de extrema gravedad.
Mientras, la Ministra del Interior, Carolina Tohá, consideró como un éxito la detención de los policías gracias, dijo, a nuevos mecanismos con los cuales se cuenta ahora.
Indicó que se continúa trabajando para combatir la corrupción y la penetración y cooptación por parte del crimen organizado.
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