El secretario general de la ONU, António Guterres, encabezó la reunión en la búsqueda de entendimiento entre las partes respecto a la división de Chipre.
Guterres recibió al representante de la comunidad grecochipriota, Nikos Christodoulides, y su homólogo turcochipriota, Ersin Tatar, a quienes alentó a “superar la brecha entre sus posiciones y restablecer la confianza para permitir un avance que condujera a una solución”.
De acuerdo con un comunicado del organismo, el titular lamentó que, a pesar de los esfuerzos diplomáticos desplegados, no se encontrara un terreno común sobre el camino a seguir en la cuestión de Chipre.
Sin embargo, los dirigentes acordaron celebrar una reunión informal en un formato más amplio en un futuro próximo, bajo los auspicios del secretario general para analizar el camino a seguir.
Además, pactaron un venidero encuentro en Chipre para explorar la posibilidad de abrir nuevos cruces fronterizos.
Desde 1964, la ONU mantiene una Misión de paz en Chipre para impedir enfrentamientos entre las comunidades grecochipriota y turcochipriota.
Tras las hostilidades de 1974, el Consejo de Seguridad, órgano encargado de aprobar el despliegue, ordenó a la fuerza cumplir con otras funciones adicionales.
Chipre permanece dividido desde entonces, cuando el Ejército turco ocupó la parte norte, el 36,2 por ciento de su territorio, tras un golpe de Estado instigado por la junta militar en el poder en Grecia y ante el temor de que la isla se uniera a ese último país.
En ausencia de una solución política al problema de Chipre, la Fuerza de la ONU ha permanecido en la isla para vigilar las líneas de alto el fuego, mantener una zona de amortiguación, llevar a cabo actividades humanitarias y apoyar la misión de buenos oficios del secretario general.
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