Las urbes de Otobe y Betsukai pertenecen a la prefectura de Hokkaido, la más septentrional de las islas principales del archipiélago, en la primera se encontró el virus en un halcón salvaje muerto el 30 de septiembre, mientras en la segunda se detectó en los excrementos de patos salvajes, el 8 de octubre.
Teniendo en cuenta el resultado de los análisis, el Ministerio de Salud decidió decretar el nivel de alerta tres, el más alto de la escala.
Además, solicitó a los gobiernos locales de todo el país que refuercen el seguimiento de las aves silvestres y redoblen sus esfuerzos para confirmar si son portadoras del virus de la gripe aviar o no.
La cartera descartó que alguna cepa de gripe aviar infecte a los humanos hasta el momento; no obstante, recomendó evitar el contacto con los animales infectados, aunque estén muertos. De hecho, pidió a la población llamar a las autoridades locales si encuentran algún ave silvestre sospechosa y, si alguien tocara excrementos de aves, aconsejó lavarse bien las manos y hacer gárgaras.
El año pasado, Japón llegó a sacrificar más de 40 mil aves infectadas con gripe aviar altamente patógena tipo H5, según informes del Ministerio de Agricultura.
Científicos de diversos países advierten que el virus se esparce a veces por causas inevitables, como el arribo a cualquier país de aves migratorias, una práctica natural de muchas especies.
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