Durante una conferencia de prensa el ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural, Ni Hong, destacó además la importancia de optimizar el uso del suelo y mejorar la calidad de las viviendas.
«En respuesta a las preocupaciones de la población se están ajustando políticas sobre el uso del suelo, impuestos y el sistema financiero para construir un nuevo modelo de desarrollo del sector inmobiliario», dijo.
El gobierno chino dará a las autoridades locales mayor flexibilidad para ajustar las restricciones en el mercado, lo que incluye eliminar los límites sobre la compra, venta y precios de viviendas, así como las distinciones entre propiedades comunes y no comunes.
«Se reducirán las tasas de interés de los préstamos de fondos de reserva, el pago inicial para hipotecas, los intereses sobre préstamos existentes y los impuestos para quienes vendan una vivienda antigua y adquieran una nueva», agregó.
Además, China incrementará el número de viviendas en áreas urbanas mediante proyectos de reasentamiento con apoyo financiero, que abarcarán un millón de unidades adicionales.
Con estas y otras acciones las autoridades chinas buscan responder a la crisis del sector inmobiliario.
Ni reveló que el país ya otorgó 2,46 millones de viviendas como parte del proyecto de entrega garantizada de unidades que comenzó hace cinco meses.
Actualmente China prioriza la implementación de medidas conjuntas relacionadas con el crédito, el uso del suelo y la justicia, centrándose en los objetivos de proporcionar casas.
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