Durante una intervención ante el comité de Relaciones Internacionales del parlamento magiar, el canciller estimó que la entrada de Ucrania a la alianza atlántica sería una medida extrema, pues ese país aún se encuentra en una situación de conflicto con Rusia.
Szijjártó recordó, además, que su estado está en contra de enviar instructores militares europeos para la preparación del personal ucraniano.
De otros pasajes de la historia tenemos la negativa experiencia de lo que puede significar la llegada de instructores militares a un determinado país, declaró el jefe de la diplomacia húngara, cuyo gobierno también rechaza participar en el rearme de Kiev.
Al mismo tiempo, el titular de Exteriores destacó que su país tampoco esta a favor de extender el periodo de medidas punitivas unilaterales aplicadas contra Rusia a tres años, en lugar de hacerlo cada seis meses, como ocurría hasta ahora.
Budapest también se opone a los intentos de imponer una prohibición a los acuerdos de largo alcance para el suministro a Europa de gas natural ruso, a través de gasoductos.
Nosotros descartamos cualquier medida de presión contra Moscú que pueda suponer un daño a los intereses económicos húngaros en Europa, declaró el ministro ante los diputados.
El 24 de febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin ordenó una operación bélica para proteger a la población sublevada del Donbás, que denunció ocho años de genocidio de Kiev.
Desde entonces Occidente lanzó una guerra económica contra Rusia que tuvo un efecto bumerán para la esfera energética de varios estados europeos, pues las medidas incluían un boicot a la compra de hidrocarburos a Rusia.
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