En una comparecencia ante la prensa, el embajador de Palestina ante Naciones Unidas, Riyad Mansour, se mostró sorprendido de que el documento no se presentara el jueves, cuando el Consejo se reunió para debatir la difícil situación del norte de la Franja tras más de un año de conflicto.
Mansour aseguró que el máximo órgano para la paz y seguridad del planeta «opera a su manera», aunque se mostró optimista con una posible votación el martes venidero.
El diplomático endureció sus demandas al foro de 15 miembros al recalcar la urgencia de un alto el fuego y romper la espera tras los continuos fracasos de de los diálogos de paz.
En este punto, le corresponde dictarlo al Consejo y no a las partes en lucha, remarcó al solicitar la invocación del capítulo VII de la Carta de la ONU, que da luz verde a medidas coercitivas ante amenazas a la paz.
«El Consejo de Seguridad tiene las herramientas para forzar su voluntad y usar todo lo que tiene disponible, y no debería ser un tabú acudir al área del capítulo siete», afirmó.
La ofensiva israelí en el densamente poblado enclave acumula más de 42 mil víctimas fatales mientras que los heridos se estiman en más de 97 mil de acuerdo con cifras de las autoridades del enclave.
A pesar de dos resoluciones aprobadas anteriormente para el alto al fuego, Israel ignoró los reclamos y el carácter vinculante de las decisiones del Consejo.
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