Los bomberos realizan 20 demoliciones, en especial en aquellos edificios con más peligro para las propiedades vecinas, declaró el jefe regional del servicio de bomberos, Radim Kuchař, citado por Radio Praga Internacional.
El resto de las destrucciones planificadas de los inmuebles dañados está a cargo de empresas privadas, destacó el medio de prensa.
Los trabajos de recuperación continúan esta jornada, cuando aún hay carreteras cortadas, líneas ferroviarias interrumpidas, miles de personas evacuadas y millares de hogares siguen sin energía eléctrica, destacó Radio Praga Internacional.
El Gabinete Central de Crisis coordina acciones de rescate y lucha contra el agua pluvial y de los ríos que inundan ciudades y pueblos en todo el país, señaló la radioemisora checa.
Así, el río Opava, con un metro de caudal, subió casi cinco metros, lo cual llevó a activar una alerta de inundación de tercer nivel. Sus aguas se desbordaron entre las casas de la urbanización Kateřinky y para el rescate de personas los bomberos tuvieron que utilizar embarcaciones en la zona residencial, informó el medio de difusión.
En esta capital, se levantaron barreras contra inundaciones en lugares claves como el parque Kampa y en los alrededores del Teatro Nacional.
Además, el estado de alerta se impuso en el metro capitalino, pues el vestíbulo de la estación Muzeum, importante nudo de conexión, se vio afectado por las lluvias y aunque el metro funciona, lo hace de manera limitada, indicó el referido medio de prensa.
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