El mandatario anunció la noche del jueves 17 de octubre, en cadena nacional, que desde este lunes las interrupciones se irán reduciendo hasta llegar solo a cuatro horas de racionamiento a principios de noviembre.
«No hay ningún argumento técnico nuevo para pensar que podemos bajar a cuatro horas los apagones, ya que a inicios de noviembre tampoco se va a agregar nueva generación…», indicó el experto en materia energética, Jorge Luis Hidalgo en su cuenta de X.
Durante una entrevista radial, la ministra encargada de la cartera de Energía y Minas, Inés Manzano, señaló que el Gobierno comprará generadores termoeléctricos que vendrán a Ecuador en aviones Hércules.
El especialista Darío Dávalos señaló que sería bueno conocer la información técnica que respalde los últimos anuncios del Ejecutivo.
En su opinión, la disminución de los cortes debería estar basada en lluvias torrenciales en el sur para la recuperación inmediata de los embalses de las hidroeléctricas, la instalación de más generación térmica o si Colombia vuelve a vender energía eléctrica a Ecuador.
“De la primera tengo dudas. La segunda la veremos entre noviembre y diciembre de este año, según han indicado las propias autoridades. Y sobre la tercera, es desconocido si los colombianos han cambiado de decisión”, indicó Dávalos.
Paralelamente, la Asamblea Nacional discutió este domingo un proyecto de ley económica urgente propuesto por Noboa para promover la generación eléctrica privada.
Mientras los asambleístas oficialistas apoyaron la propuesta porque en su opinión posibilitará ampliar la generación, la oposición considera que no solucionará la crisis y facilitará concesiones al sector privado, lo cual podría conllevar a un alza de las tarifas.
Ecuador enfrenta la sequía más severa de las últimas seis décadas, así como falta de inversiones en el sector energético, lo cual provocó que desde el pasado 23 de septiembre los cortes de luz fueran más prolongados, de 10 y hasta 12 horas sin corriente.
La falta de fluido eléctrico complica las actividades cotidianas, laborales y productivas en el país, cuyo sector empresarial estima la pérdida de 12 millones de dólares por cada hora de desconexión.
A su vez, crece el rechazo al presidente Noboa por su gestión de la crisis energética, incluso la pasada semana hubo protestas estudiantiles en la sureña ciudad de Cuenca.
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