Para mediados de la década de 2030 está programado el lanzamiento de la misión LISA (Laser Interferometer Space Antenna), liderada por la Agencia Espacial Europea en asociación con la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA).
Su objetivo es detectar ondas gravitacionales mediante el uso de láseres para medir distancias precisas (hasta picómetros, o billonésimas de metro) entre un trío de naves espaciales distribuidas en una vasta configuración más grande que el Sol.
«Los telescopios gemelos a bordo de cada nave espacial transmitirán y recibirán rayos láser infrarrojos para rastrear a sus compañeros, y la NASA suministrará los seis a la misión LISA», dijo Ryan DeRosa, investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
Detalló que “el prototipo, llamado Telescopio de la Unidad de Desarrollo de Ingeniería, nos guiará en nuestro trabajo para construir el hardware de vuelo”.
El equipo, fabricado y ensamblado por L3Harris Technologies en Rochester, Nueva York, cuenta con un espejo primario recubierto de oro para reflejar mejor los láseres infrarrojos y reducir la pérdida de calor de una superficie expuesta al espacio frío, ya que el telescopio funcionará mejor cuando esté cerca de la temperatura ambiente.
El prototipo está hecho completamente de una vitrocerámica de color ámbar llamada Zerodur, fabricada por Schott en Mainz, Alemania, material usado ampliamente para espejos de telescopios y otras aplicaciones que requieren alta precisión porque su forma cambia muy poco en un amplio rango de temperaturas.
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