Al menos tres veces este año se ha repetido la situación, la más reciente de ellas ocurrida a inicios de este mes y que generó una protesta de la Cancillería angoleña, por el trato inadecuado a los camioneros y la denuncia de una vulneración de sus derechos.
En esta ocasión las autoridades congoleñas exigen un visto migratorio de entrada, en correspondencia con el procedimiento que aplica Angola desde hace años a los camioneros de la RDC, pero una documentación que demora y mantiene a los transportistas sin poder entrar al país vecino.
La medida se aprueba tras el anuncio por la parte angoleña de cobrar la misma tasa aduanera que su contraparte de Kinshasa, otro asunto que anteriormente también ha generado dificultades.
Los camioneros angoleños deben pagar al ingresar a territorio congoleño una tasa de cuatro mil dólares, mientras que los de la RDC solo pagaban 50 dólares, de ahí que Luanda pensara en exigir la igualdad de tasas aduaneras aplicando la misma que su contraparte, que en este caso respondió demandando igual tratamiento migratorio.
El secretario financiero de la Asociación de Transportistas de mercancías de Angola, Licínio Fernándes, declaró a Novo Jornal que la situación se agudizó por la prohibición de la circulación, que ya ha sido comunicada al Gobierno, para tratar de dar solución al problema.
A inicios del mes, ante una interrupción similar, Angola solicitó dirimir el asunto sobre la base de los acuerdos vigentes entre las naciones acerca del transporte por carretera.
Ambos países comparten una vasta frontera terrestre, marítima y fluvial, y en particular la provincia angoleña de Cabinda tiene una situación especial, pues para acceder a ella por tierra desde Angola es preciso atravesar el país vecino.
kmg
