Aunque los valores se mantendrán elevados en noviembre, la entidad pronosticó un enfriamiento considerable en diciembre y enero, a medida que comience el invierno.
Los cambios bruscos de temperatura, asociados al tránsito de una estación a otra, obligan al cuerpo humano a adaptarse a una alteración climática y lo hacen más vulnerable a infecciones y virus.
Tal proceso tiene incidencias también en el sistema inmunológico y, en especial, en el sistema respiratorio.
Por esta razón, la Dirección de Meteorología solicitó a la población prepararse con tiempo por la posibilidad de que las temperaturas varíen de manera contrastante entre otoño e invierno.
Debido al cambio climático, los científicos japoneses han reportado récords de altas temperaturas en algunas regiones del país, pero indicaron que esperan un invierno frío típico, con nevadas normales o superiores a lo normal en áreas de la costa del mar del Japón, desde el norte hasta el oeste.
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