Firmada por el periodista Factor Méndez, el texto subraya en relación con esta medida que la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) está convocada para la semana próxima los días 29 y 30 de octubre de 2024.
Entonces conocerá y someterá a votación por trigésima segunda vez el proyecto de resolución, “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, añadió.
De acuerdo con el columnista, es seguro que durante esta Asamblea se repita la votación abrumadora y mayoritaria de países opuestos a las acciones contra Cuba.
Después de 62 años de interrumpir las relaciones comerciales, de endurecer el embargo y bloqueo, el objetivo de desestabilizar y derrocar al régimen cubano no prosperó, remarcó el experimentado reportero.
El pueblo y Gobierno resistieron y continúan en resistencia, aunque las consecuencias para el Estado y la población han sido adversas, aseveró.
Mencionó como valor estimado de daños 150 mil millones de dólares, ocasionados por esta política violatoria de derechos humanos.
El embargo económico, comercial, financiero y político contra Cuba, impuesto por el Gobierno estadounidense el 7 de febrero de 1962, debe terminar, exhortó Méndez.
La imposición unilateral decretada por el presidente John F. Kennedy en aplicación de la Ley de Ayuda Externa aprobada en 1961, cumple este 2024, 63 años sin lograr el objetivo que lo impuso, enfatizó.
El objetivo –insistió- era cortar los vínculos comerciales de Cuba y Estados Unidos, para provocar el derrocamiento del Gobierno revolucionario y crear condiciones de desesperación entre la población.
El Gobierno estadounidense incluyó en las regulaciones de exportación, un listado de productos alimenticios y medicinas que requieren licencia especial para exportar a Cuba, recordó.
La administración demócrata de Joe Biden mantiene vigentes las 243 medidas restrictivas impuestas por el Gobierno de Donald Trump (2017-2021), entre estas la inclusión de Cuba como país que supuestamente patrocina el terrorismo.
Las disposiciones unilaterales impuestas por un Gobierno hegemónico y su presidencia imperial violan normas del derecho internacional y derechos humanos, su propósito es derrocar Gobiernos, aislar naciones, debilitar sus economías y vulnerar la soberanía nacional, acotó.
Es tiempo que el Gobierno estadounidense revise esas políticas genocidas por ser contrarias al Derecho Internacional Humanitario, a la justicia y a los derechos humanos, concluyó el artículo.
arc/znc