Ambas escuadras, invictas en todo el torneo, calentaron los bates como hicieron desde la primera jornada y en medio del desplome de sus cuerpos de lanzadores, los estadounidenses se llevaron la mejor parte en el festival ofensivo que tuvo como escenario el Estadio Nacional Rod Carew.
Dos veces tuvieron que venir de abajo en el marcador ante unos quisqueyanos que habían anotado 51 carreras en seis juegos con una docena de cuadrangulares, hasta que fabricaron seis anotaciones en el quinto capítulo para tomar una ventaja definitiva.
Clave en ese apartado fue el segundo sencillo del talentoso torpedero Carlo Rivero (también funge como lanzador), que remolcó a dos compañeros para el plato para completar cuatro en todo el desafío.
Destacaron también en el cajón de bateo el receptor Christian Cicero con un indiscutible y par de impulsadas y el camarero Joshua Pierre con tres jits en cuatro oportunidades.
El relevista Clayton Ratliff se anotó el triunfo después de lanzar las últimas tres entradas sin aceptar libertades con cinco ponches propinados.
Angel Gracia, quien soportó cuatro rayitas (una sucia) en un episodio de labor, cargó con el revés.
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