De acuerdo con el Decreto ejecutivo publicado en Gaceta Oficial, la sanción se ajustará a las condiciones de vulnerabilidad de los viajeros ilegales y responde al auge de esos flujos a través de la selva de Darién en la frontera con Colombia.
La norma indica que la situación constituye una clara violación a los puestos de control oficialmente habilitados y, en consecuencia, la configuración de una infracción migratoria administrativa.
El Decreto 194 estipula además que toda persona extranjera que entre al país violando los puestos de control migratorio terrestres, aéreos o marítimos, no podrá salir del país sin antes haber cancelado esta sanción pecuniaria.
Además, precisa que si el indocumentado no puede asumir la multa por falta de los recursos económicos, se procederá con su deportación de acuerdo con las leyes migratorias.
Para las personas consideradas en condiciones de vulnerabilidad, durante el tránsito por la jungla, se les impondrá una multa de 300 dólares por la primera vez, 600 dólares, en caso de una segunda, 900 dólares en el tercer intento y mil por cada una de las siguientes ocasiones.
Indica el documento que la sanción deberá ser cancelada por el ciudadano foráneo antes de su salida del territorio nacional hacia Costa Rica.
Según cifras oficiales del Servicio Nacional de Migración, en lo que va de año 274 mil 444 viajeros irregulares han ingresado a Panamá rumbo a Estados Unidos, un 36,5 por ciento menos en relación con igual lapso de 2023, cuando lo hicieron 432 mil 211 personas, en su mayoría venezolanos, colombianos, ecuatorianos y haitianos, entre otras nacionalidades.
Panamá y Estados Unidos suscribieron un memorando de entendimiento el pasado 1 de julio para la repatriación de migrantes irregulares y hasta la fecha se han retornado a casi 800 en una veintena de vuelos chárter, una buena parte de los indocumentados con antecedentes penales y alertas por delitos asociados al narcotráfico.
oda/ga
