Un comunicado del organismo advirtió por los desoladores niveles de muerte, lesiones y destrucción sobre todo cerca de Jabalya, Beit Lahiya y Beit Hanoun.
Este conflicto continúa librándose sin tener en cuenta las exigencias del derecho internacional humanitario, insisitió la declaración.
Guterres reclamó a las partes en conflicto respetar y proteger a la población, incluidos los trabajadores humanitarios y los socorristas, “cuya labor esencial debe facilitarse y protegerse, no obstaculizarse ni ponerse en peligro.
“En nombre de la humanidad, el secretario general reitera sus llamamientos a un alto el fuego inmediato, a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y a la rendición de cuentas por los crímenes de derecho internacional”, instó la nota.
De acuerdo con las autoridades locales, cientos de personas murieron desde inicios de este mes en la porción norte del enclave y más de seis mil fueron desplazados por la arremetida de la Fuerzas de Defensa Israelíes.
Desde entonces, la ONU reclama más acceso al advertir que los civiles están atrapados bajo los escombros mientras que los enfermos y heridos carecen de acceso a la atención médica necesaria para sobrevivir.
Según el organismo, la población del norte enfrentan una grave escasez de alimentos y refugio, en medio de informes sobre separaciones familiares y detenciones masivas.
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