lunes 28 de octubre de 2024
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Ríos revueltos en Bolivia denuncian a pescadores

La Paz, 27 oct (Prensa Latina) Acusaciones al expresidente Evo Morales publicadas hoy en el diario español El Debate coincidentemente con un atentado a balazos contra el exdignatario boliviano hicieron resurgir el fantasma de la guerra híbrida que enfrenta el país altiplánico.

Más sospechas provoca que el reportaje está firmado por el periodista Alejandro Entrambasaguas, quien de esta forma reaparece en la escena boliviana después de las denuncias de que fue objeto por el financiamiento recibido al poner su pluma al servicio del gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020).

Entrambasaguas enarbola en tono sensacionalista supuestas relaciones sexuales con menores de edad del que fuera el primer dignatario indígena boliviano, y evidencia su mala intención al pretender involucrar en estos hipotéticos hechos a médicos cubanos, quienes entre 2006 y 2019 prestaron ayuda solidaria a la población de esa nación sudamericana.

Sin embargo, al indagar acerca de la ética de este “periodista investigador”, surge la acusación formulada por el abogado Manolo Rojas, quien el 7 de junio de 2021 mostró en entrevista concedida al canal estatal Bolivia Tv que este individuo fue sobornado por el exministro de Gobierno del régimen de facto Arturo Murillo.

Defensor de la ciudadana Lorgia Fuentes, torturada tras el golpe de Estado de 2019, Rojas aseguró que existen pruebas del financiamiento del extitular hoy encarcelado por corrupción en Estado Unidos al entonces comunicador del ultraderechista periódico digital Okdiario.

“Poco a poco se devela con investigaciones cómo el pseudo periodista Alejandro Entrambasaguas llegó a nuestro país e hizo gastos muy suntuosos y muy caros en hoteles reconocidos de La Paz”, explicó Rojas a Bolivia TV.

Según el letrado, el reportero gastaba en solo tres o cuatro días la suma de tres mil 500 a cuatro mil dólares, lo cual calificó de “exceso”.

Precisó Rojas que el periodista español intervino contra su defendida en el proceso en el cual se le acusaba de vínculos con el ejecutivo de Evo Morales (2006-2019), mientras estaba encadenada en un hospital, pese a estar muy enferma.

Advirtió que el propósito de Entrambasaguas entonces era presentar pruebas contra la mujer por un presunto enriquecimiento ilícito, pero no logró demostrarlo ni ofreció declaraciones informativas sobre el tema.

De acuerdo con el jurista, entre los servicios del hotel al periodista figuraban llamadas telefónicas que develaron conexiones con números pertenecientes a Murillo en los Ministerios de Gobierno y Justicia.

Según Rojas, el papel del periodista español para el ejecutivo de facto era actuar como portavoz de casos, en coordinación con Murillo, en su rol como exministro de Gobierno.

Igualmente, añadió, ejercía ese vínculo con el extitular de Justicia Álvaro Coímbra; y con el exviceministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción en esa cartera Guido Melgar.

Okdiario, el medio para el que trabajaba entonces Entrambasaguas, es conocido por sus críticas, valoraciones negativas y su perfil en general polémico, considerado por analistas como “amarillista, ultraderechista y neoliberal”.

CONFESIONES DE UN AGENTE DE LA CIA

Vaso comunicante entre lo publicado en España y el intento de asesinato de Morales este domingo en Cochabamba, es el llamado a la subversión del exagente de la Agencia Central de Inteligencia Roniel Aledo que circuló el 16 de septiembre último en las redes sociales, el cual confirmó la injerencia de Estados Unidos en Bolivia y Latinoamérica en el momento actual.

“Un golpe suave significa derribar un Gobierno a la fuerza, el país A va a cambiar el Gobierno en el país B, utilizando esto que nosotros llamamos el golpe suave”, expresaba la grabación publicada en Tik Tok.

Añadió el agente de la subversión cuyo amplio prontuario está registrado en Internet, que un primer paso consiste en destacar ante la opinión pública “lo malo que es el Gobierno”, su carácter autoritario y que tiene al frente un dictador. Un siguiente paso, agregó, consiste en calentar las calles con las protestas.

Como última etapa, Aledo describió la toma del Gobierno, cuando ya no funciona y tampoco la economía; “las calles están bloqueadas, las fábricas paradas, las tiendas cerradas y existe violencia general en las calles, cocteles Molotov (bombas incendiarias caseras)”, según expresó.

Concluyó en un arranque de sinceridad, cuando sostuvo que “Estados Unidos organiza ese tipo de golpes, son maestros haciendo golpes suaves, revoluciones de colores”.

Estos métodos de subversión tienen su antecedente en la obra The Craft of Intelligence (El Arte de la Inteligencia), escrito por Allen Wells Dulles, director de la CIA entre 1953 y 1961.

Artífice del derrocamiento del Gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, en ese volumen Dulles describió la estrategia que después se aplicó para despolitizar a la juventud específicamente de la exUnión Soviética, y que hoy mantiene su vigencia en la subversión contra los Gobiernos progresistas de América Latina.

“Los Estados Unidos poseen el 50 por ciento de la riqueza del mundo, pero solo el seis por ciento de su población. (…) Nuestra auténtica tarea consiste en mantener esta posición de disparidad sin detrimento de nuestra seguridad nacional”, escribió.

Dulles recomienda en su libro sembrar “(…) el caos (…), sin que sea percibido, sustituiremos sus valores por otros falsos y les obligaremos a creer en ellos, destruyendo su autoconciencia. Solo unos pocos acertarán a comprender lo que realmente sucede (…)”.

rc/jpm

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