“Harris va a ganar con bastante comodidad. Creo que Harris va a ganar por un margen mayor que en 2020 (Joe Biden). (Los republicanos) van a decir que esta elección estuvo amañada”, auguró Stevens, exasesor del senador Mitt Romney (republicano por Utah) en una reciente entrevista, citada en medios locales.
El Partido Republicano -añadió- volverá a fracasar. “Y va a ser muy, muy feo”, sentenció.
Dijo además que la campaña demócrata “ha logrado un equilibrio entre lidiar con estos temas que se tratarían en una carrera normal (economía, frontera) y recordarle a la gente que esta no es ni remotamente una carrera normal”.
Mientras tanto, el plan del candidato republicano, el expresidente Donald Trump, señaló Stevens, se centra en la “intimidación de los votantes”.
“No hay ningún plan excepto la intimidación de los votantes”, subrayó el estratega al agregar que “es una campaña muy caótica que no tiene un enfoque”.
La contienda esta súper reñida. El índice de sondeos de The Hill/Decision Desk HQ reflejan que la vicepresidenta tiene una ligera ventaja sobre su rival republicano a nivel nacional, con un 48,7 por ciento de apoyo frente al 47,7 por ciento de Trump.
Por su parte una mega encuesta separada del diario The Washington Post y la Escuela Schar (de cinco mil votantes registrados) muestra a Harris igualmente con solo un punto por delante de su adversario (49-48).
En los siete estados clave -donde podría decidirse esta elección-, ninguno de los candidatos lidera entre los votantes probables fuera del margen de error, incluso en esta etapa terminal de la carrera.
Según los tanteos, ambos candidatos están igualados en Nevada, en tanto Trump lidera en Arizona y Carolina del Norte, y Harris va al frente en Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin.
Ojo con Pensilvania, ese es uno de los estados que más votos electorales aporta (19 de los 538 del Colegio Electoral) y hay quienes opinan que el candidato que se lleve sus llaves estará muy, pero muy cerca de ser el próximo ocupante del Despacho Oval.
mem/dfm
