Justo a una semana de las elecciones, la vicepresidenta Harris pronunció su discurso desde el mismo lugar donde el expresidente Trump alentó el caos del Capitolio federal el 6 de enero de 2021.
Estos fueron los argumentos finales de la carrera electoral de la demócrata, quien expresó un mensaje optimista y esperanzador centrado en el mensaje «es tiempo de pasar la página», prometiendo además hacer un país por encima del partido.
«Estados Unidos, sabemos lo que Donald Trump tiene en mente. Más caos. Más división. Y políticas que ayudan a los que están en la cima y perjudican a todos los demás. Ofrezco un camino diferente. Y pido su voto», dijo.
Aclaró que ha sido un honor trabajar como vicepresidenta en la administración de Joe Biden, pero que su gobierno será diferente y también trató de enviar tranquilidad en un tópico que ha sido su mayor debilidad política al advertir que algunas figuras deben dejar de usar la inmigración como una cuña política y, en cambio, atender esto como un desafío serio que necesita solución.
“Trabajaré con demócratas y republicanos para convertir en ley el proyecto de ley de seguridad fronteriza que Donald Trump mató”, agregó al insistir que si bien se centrará en procesar a los cárteles y las pandillas transnacionales, “debemos reconocer que somos una nación de inmigrantes”.
Y en lugar de llevar una «lista de enemigos a la Casa Blanca» tendrá una relación de cosas por hacer, argumentó en su alegato final.
En sentido general, la vicepresidenta presentó una visión de unidad durante su discurso en Washington DC, dejando claro que el momento es de «dejar de señalar con el dedo y empezar a unir los brazos».
Aseguró que es hora de una nueva generación de liderazgo en Estados Unidos y dijo estar «lista para ofrecer ese liderazgo como la próxima presidenta de Estados Unidos”.
En la Elipse de 2021, el entonces presidente Trump repitió sus falsas afirmaciones sobre el fraude electoral en 2020, alegó que fueron “amañadas” en su contra y estimuló a la multitud a marchar rumbo al Capitolio federal para impedir la certificación de la victoria de Biden.
Pese a la violencia, los cinco muertos y los más de 140 policías heridos durante aquella jornada sin precedentes, Trump se refiere a la fecha como un «día de amor» por la multitud que se congregó en la Elipse.
Este es el último esfuerzo de Harris por ganarse a aquellos votantes indecisos mientras la carrera presidencial sigue muy reñida, como muestran las encuestas.
“Y si me dan la oportunidad de luchar en su nombre, no hay nada en el mundo que se interponga en mi camino”, afirmó.
En la misma medida en que se acerca el día de las elecciones, Trump sigue dando señales de que si pierde será porque le hicieron trampa, así que no se descartará el caos.
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