En un discurso televisado, el recién electo jefe del movimiento político y militar libanés aseguró que el enemigo israelí está asustado, cambió sus declaraciones y objetivos ante los fracasos en la línea del frente de batalla.
Qassem enfatizó que los combatientes de Hizbulah tienen las capacidades necesarias, resisten firmes y son capaces.
A criterio del dirigente, la ocupación israelí admitió su impotencia ante los misiles y drones de la Resistencia, que ejecuta sus operaciones con un plan estratégico «cuidadosamente estudiado».
De acuerdo con la autoridad, Hizbulah lucha con honor y es excepcional su capacidad para instalar lanzamisiles, pese a constantes bombardeos aéreos.
Tambièn resaltó que los combatientes libaneses atacan las bases y los soldados israelíes, mientras el enemigo agrede a personas, hogares y construcciones civiles.
La referencia reafirmó que el bombardeo contra el pueblo y las ciudades libanesas no hará retroceder a la Resistencia, que es fuerte y logró enviar un dron al dormitorio del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Para los combatientes, expresó, «la era de las derrotas terminó y llegó la etapa de las victorias, así que tengan paciencia y perseverancia».
En un mensaje a la embajadora estadounidense en Beirut, Qassem señaló: «no verás tú, ni los que están contigo, una derrota de la Resistencia, ni siquiera en sus sueños».
Al respecto, advirtió al ente israelí de no apostar por el tiempo «porque sus pérdidas son grandes», y se verá obligado a detener su hostilidad.
«Estamos firmes en la resistencia contra la agresión y, si el enemigo desea detenerla, aceptaremos las condiciones que consideremos adecuadas; cualquier solución debe basarse en negociaciones indirectas», agregó. Como parte de la defensa de Líbano y en apoyo a Gaza, Hizbulah confirmó este miércoles al menos 25 operaciones contra reuniones de soldados, cuarteles y asentamientos israelíes, incluido el bombardeo con misiles de alta calidad al campo de entrenamiento de unidades especiales Adam al sureste de Tel Aviv.
Además, notificó el ataque con drones y cohetes contra la base Ein Shemer al este de Hadera, junto con concentraciones enemigas en el Campamento Eliakim al sur de Haifa, y el centro militar Shraga al norte de Acre.
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