Sevilla acudió este miércoles a la embajada cubana en Quito a acompañar el debate y la votación de la resolución que cada año presenta la nación caribeña para exigir a Washington el fin del cerco económico, comercial y financiero.
El diplomático declaró que una vez más, en 32 años consecutivos, la comunidad internacional se pronunció a favor de levantar esa política de guerra económica, excepto Estados Unidos e Israel.
Esa medida es ilegal porque, de acuerdo con el ordenamiento internacional, únicamente se pueden aplicar sanciones económicas a un país cuando lo aprueba el Consejo de Seguridad, explicó quien representó a Ecuador ante el organismo multilateral.
Hemos escuchado claramente en el debate los efectos que tiene esa política para la salud, la alimentación del pueblo cubano y su sector energético, agregó Sevilla.
Mencionó que si bien es satisfactorio el resultado de la votación de hoy, con 187 países que condenaron el bloqueo y solo dos en contra (Moldavia se abstuvo), en lo personal le preocupa el futuro de la ONU.
Pese a que año tras año la mayoría condena la actitud de Estados Unidos contra Cuba, la organización internacional carece de potestad para exigir el fin del bloqueo y, aunque las resoluciones de la Asamblea General no son de obligatorio cumplimiento, debería tener fuerza moral para detenerlo, aseveró.
Consideró que eso no es bueno para el multilateralismo ni para quienes, como él, creen que esa es la manera de resolver los problemas internacionales.
El informe presentado por Cuba estima pérdidas por valor de cinco mil 56,8 millones de dólares como consecuencia del cerco desde inicios de marzo de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, lo que representa un incremento de 189,8 millones con respecto al reporte del año anterior.
arc/avr
