En un artículo de opinión en el diario Colatino, intitulado “¡Tumba el bloqueo ya…!”, Argueta abordó el voto en la Asamblea General de la ONU cuando 187 naciones se pronunciaron a favor la resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba”.
La jurista y miembro del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) expuso en su análisis cómo la agresión contra el pueblo cubano se fue recrudeciendo desde un inicio hasta las 243 medidas aplicadas por el gobierno del presidente Donald Trump y que no fueron suprimidas por Joe Biden.
Puntualizó que “es precisamente su pueblo el que directamente sufre el impacto de esas acciones arbitrarias, inhumanas y genocidas”, que afectan el pleno desarrollo humano de cada cubano, que los lleva a vivir entre limitaciones y carencias de insumos alimenticios, médicos, sanitarios, entre otras.
Solo Washington e Israel se unen dolosamente para mantener el cruel bloqueo que restringe a Cuba del acceso a la financiación multilateral externa, créditos y todo tipo de operaciones comerciales, lo cual constituye un sabotaje mezquino e inescrupuloso para mantener al país caribeño aislado del mundo, apuntó.
Sin embargo, puntualizó, la presencia de Cuba en el mundo es innegable e incuestionable, porque en sus limitadas condiciones logra sobresalir por el desarrollo académico, profesional, científico, ético, moral, cultural y humano.
Destacó la labor en el mundo de los médicos cubanos que ante desastres, prestan sus servicios en muchos países que sufrieron graves afectaciones naturales, de manera solidaria e incondicional sin esperar ningún tipo de retribución, más que la amistad de esos pueblos con la Cuba humana y solidaria.
Es evidente la saña con la que buscan destruir la fuerza de convicción, moral, ética y dignidad que sostiene más de 65 años de revolución, por quienes sin la venia de absolutamente nadie se atribuyen el derecho de veto perpetuo contra Cuba y su pueblo, puntualizó.
Cuba nos convoca y fomenta la solidaridad entre los pueblos, nos demuestra el valor, tenacidad y coraje de defender sus ideales, su autodeterminación y soberanía popular, remarcó Argueta.
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