El candidato a gobernador de esta isla del Caribe, el independentista Juan Dalmau Ramírez, se erigió como una figura aglutinadora que atrae la esperanza de dar un vuelco a la política puertorriqueña ante la gran posibilidad de que supere a sus principales rivales.
Estos son Jenniffer González Colón, del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), y Jesús Manuel Ortiz, del Partido Popular Democrático (PPD).
Figuras como el laureado escritor Luis Rafael Sánchez, la actriz Idalia Pérez Garay, el cantautor Danny Rivera y el pintor Antonio Martorell sumaron su respaldo a la coalición.
Esa alianza está conformada por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), que además lleva como candidata a delegada en Washington a Ana Irma Rivera Lassen y a alcalde de San Juan a Manuel Natal Albelo.
También anidan la esperanza de una mayor presencia en la Asamblea Legislativa, donde predominan el PPD y el PNP, mientras el MVC tiene cuatro miembros y el PIP dos, al igual que el conservador Proyecto Dignidad.
En un manifiesto divulgado en rueda de prensa frente a la sede de la Comisión Estatal de Elecciones adujeron ser “conscientes de la insostenible situación que enfrenta el país en términos económicos, energéticos, de salud, educación, empleo y calidad de vida”.
Los firmantes, convocados por Poetas en Marcha, que encabezan William Pérez, el actor Luis Enrique Romero y la autora Rubis Marilia Camacho, admitieron además estar decepcionados por las promesas incumplidas, la corrupción, la manipulación y el engaño descarado de políticos cuyo propósito es perpetuarse en el poder y cuyas prioridades nada tienen que ver con el bienestar del pueblo puertorriqueño.
Igualmente se mostraron preocupados por el desplazamiento de puertorriqueños y puertorriqueñas en su propio país por millonarios estadounidenses, la violencia que nos quita la paz, el desmantelamiento deliberado de la Universidad de Puerto Rico, la actual crisis de vivienda y el éxodo de profesionales y jóvenes.
El grupo, integrado por más de 70 nombres, también dejó establecida su indignación “ante la trivialización de la difícil situación de vida de los puertorriqueños y puertorriqueñas, de las comunidades inmigrantes en el país y los intentos de invisibilizar nuestra cultura, nuestra historia y nuestras raíces”.
En estos comicios está amenazada la hegemonía de los partidos PNP y PPD, que parece avanzar hacia su bancarrota política como defensor del estado libre asociado fundado en 1952, actualmente bajo control de una Junta de Supervisión Fiscal impuesta por Washington.
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