El secretario general de ese organismo panárabe, Ahmed Abulgheit, y la Cancillería egipcia denunciaron lo que calificaron como crímenes brutales y ataques feroces cometidos por las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés) en Al Yazira, con una altísima cifra de muertes y desplazamiento de personas.
La Liga, integrada por 22 estados, denunció también similares acciones genocidas en Darfur y otras regiones de Sudán y exhortó a coordinar los esfuerzos a nivel internacional para detener la guerra, y que los responsables rindan cuentas.
Por su parte, Egipto mediante de su Cancillería dijo que sigue gran preocupación los ataques de los paramilitares en Al Yazira contra civiles inocentes e indefensos, incluidos niños, mujeres y ancianos, y reiteró su llamamiento a un alto al fuego inmediato.
Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), la guerra sudanesa registró ya una marca sin paralelo en la historia, 14 millones de refugiados y desplazados (30 por ciento de su población total) en un país devastado donde se calcula murieron más de 15 mil personas.
Desde mediados de abril del pasado año esta nación africana se encuentra sumida en una guerra interna, tras avivarse las contradicciones por cuestiones de poder entre el jefe del Ejército, Abdel Fatah al-Burhan, y el líder de las paramilitares RSF, Mohamed Hamdan Daglo, luego de que el país sufriese golpes de Estado militar en 2019 y 2021.
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