El accidente adquirió un matiz más doloroso porque de los ocho muertos, seis eran miembros de una misma familia, acorde con reportes aparecidos en la prensa local, que trata el accidente en primera plana.
Las precisiones agregan que los fallecidos no eran empleados de la mina, sino parte de un sector de la población que extrae mineral de la mina para comercializarlo por su cuenta, actividad ilegal practicada cada vez más en este país.
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