Se trata de un cargo impositivo de 462,6 millones de euros, cuando Teva se dedica fundamentalmente a los medicamentos contra la esclerosis múltiple.
Entre las causas que justifican el gravamen está que esa firma alarga de forma artificial la patente de uno de sus fármacos, el Copaxone, y propaga información engañosa sobre un producto rival.
Bruselas indicó en un comunicado que Teva abusó de su posición dominante con el objetivo de obstaculizar la entrada en el mercado y aceptación de un medicamento similar de la competencia.
Detalló que el Copaxone es ampliamente utilizado para el tratamiento de la esclerosis múltiple y que contiene el ingrediente activo acetato de glatiramer, del que Teva tenía una patente básica hasta 2015.
La investigación de la Comisión concluyó que la farmacéutica abusó de su posición dominante en los mercados de acetato de glatiramer en Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia y España.
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