Dos de estas unidades estarán ubicadas en la denominada macrozona Norte, una desde Arica y Parinacota hasta Tarapacá y la otra de Antofagasta a Coquimbo, un área afectada por la alta incidencia de delitos.
Una más funcionará en la zona central, donde está el puerto de San Antonio, en Valparaíso, el cual está considerado como una de las principales rutas no tradicionales del tráfico marítimo de drogas hacia Europa y Estados Unidos.
Así lo señaló el informe de la Organización de las Naciones Unidas sobre tráfico de estupefacientes correspondiente a 2023.
Mediante un comunicado de la Fiscalía Nacional de Chile se informó que las restantes dos oficinas cubrirán las macrozonas Sur y Austral.
El texto precisa que los fiscales designados para dirigir el trabajo coordinarán las tareas con la Unidad Especializada en Crimen Organizado y Drogas y el Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos.
También tendrán el apoyo de las oficinas contra el Lavado de Dinero, Delitos Económicos y la Unidad Especializada Anticorrupción, entre otras.
Según el documento, en los últimos años se detectaron redes criminales nacionales y transnacionales que utilizan los puertos del país para el trasiego de sustancias ilícitas, desviación de precursores, tráfico de armas y otros delitos.
En julio de este año en la terminal marítima de Algeciras, España, se incautaron 400 kilogramos de cocaína dentro de un contenedor que fue embarcado en Chile.
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