Por medio de su cuenta de X, el mandatario recordó que en todos los rincones de Chile siempre un profesor o profesora jubilada le recordaba el compromiso del Estado con ese sector.
“Muchos murieron esperando. Les debemos tanto. Y ahora después de tantos años de lucha y falta de reconocimiento, les vamos a cumplir”.
La conocida como deuda histórica comenzó cuando en 1981 el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) trasladó la administración del servicio de educación pública desde el Estado hacia los municipios.
Los nuevos empleadores no reconocieron los ajustes salariales en el sector, lo cual provocó una merma en los ingresos de los docentes, que también se reflejó en las pensiones cuando se acogieron a la jubilación.
Los maestros llevan décadas reclamando la reparación de esa injusticia, pero los gobiernos posteriores a la dictadura hicieron oídos sordos a esas demandas.
El presidente del Colegio Nacional de Profesores, Mario Aguilar, dijo que a pesar de ofrecerse una suma modesta, significa una pequeña parte de justicia frente a un abuso cometido por el Estado de Chile hace 43 años.
La oferta del Palacio de La Moneda implica el pago en dos cuotas de un bono de cuatro millones y medio de pesos (unos cuatro mil 800 dólares), el cual comenzará a entregarse partiendo por el grupo de mayor edad.
La medida especifica que el fondo será transmisible hacia los familiares más cercanos, en caso de que el titular fallezca durante el proceso, pero no está claro si eso ocurrirá también con los descendientes de quienes murieron durante las últimas décadas.
Se estima que cerca de 60 mil docentes serán favorecidos por esta medida, la cual debe ser aprobada por el Congreso Nacional.
oda/car/eam
