La práctica estimula a los jóvenes a subirse al techo de los vagones del metro y tratar de hacer una riesgosa travesía que desafía la velocidad y el equilibrio.
Las muertes se registraron en enero, junio, julio, septiembre y dos en octubre, la más reciente el domingo pasado, cuando Krystal Romero, una adolescente hispana de apenas 13 años de edad, resbaló y cayó entre los vagones del tren, indicó una investigación de CNN.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, adoptó medidas para detener tal práctica. Junto a varios funcionarios instaron el miércoles a los neoyorquinos a llamar al servicio de emergencia 911 si observar algún intento de «surfear» en el metro y los datos de las llamadas permitirán al departamento de policía desplegar equipos conjuntos de agentes.
También se utilizarán drones en las zonas que experimentan el mayor número de denuncias. Hasta la fecha, el programa ayudó a salvar las vidas de 114 personas, de entre nueve y 33 años, y la edad promedio es de 14.
“El uso de los vagones subterráneos es una trampa mortal que pone en peligro a cada vez más jóvenes que ven a otros haciéndolo en las redes sociales”, advirtió Adams.
Sin embargo, esos “cinco minutos de fama en línea pueden llevar a años de arrepentimiento y dolor, o a una vida de trauma y angustia para una familia que pierde a un hijo”, lamentó.
En septiembre de 2023, Adams, la gobernadora Kathy Hochul y la Autoridad Metropolitana de Tránsito lanzaron también la campaña de información pública integral “Subway Surfing Kills – Ride Inside, Stay Alive” (“Surfear en el metro mata: viaja dentro y sigue con vida”.
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