Esta semana, el Gobierno Guatemalteco declaró el estado de emergencia de sanidad animal en todo el territorio nacional tras confirmar un caso de gusano barrenador en un bovino, por primera vez en tres décadas.
El titular del organismo, Maynor Estrada, informó que la detección se dio en una ternera afectada en el departamento de Izabal y aclaró que la decisión de emitir la alerta permite intensificar las medidas de protección del ganado y establecer una comisión interinstitucional para coordinar las acciones de contención y prevención de la plaga.
Maynor Estrada, en conferencia de prensa, aseguró que el hallazgo indica que la plaga avanzó rápidamente desde que se reportaron los primeros casos a la Organización Mundial de Sanidad Animal, procedentes de Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras. Guatemala se encontraba libre del gusano barrenador desde 1994.
El Acuerdo, publicado este martes 29 de octubre en el Diario de Centro América, crea una Comisión Específica de carácter interinstitucional que dará seguimiento y coordinará las diferentes acciones para evitar la propagación de esta plaga.
El ministro Estrada informó que el Viceministerio de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones, por medio de la dirección y departamentos correspondientes, realizan la vigilancia epidemiológica activa y que se habilitarán los laboratorios de diagnóstico oficiales, además de implementar medidas de bioseguridad en unidades de producción pecuaria.
Asimismo, dijo, serán reforzados los controles de inspección de animales y medios de transporte en puertos, aeropuertos y fronteras, priorizando aquellos procedentes de los países que actualmente tienen la presencia de la enfermedad.
Además, se controlará la movilización de animales de sangre caliente a nivel nacional y se impulsarán programas de capacitación y divulgación a propietarios de animales, entre otras acciones que se sumarán a las que ya se ejecutaban de forma preventiva, aseguró Estrada.
El gusano barrenador del ganado, o Cochliomyia hominivorax, es causa de miasis, una parasitosis del cuerpo que afecta a los animales y a los seres humanos.
Al alimentarse las larvas de la mosca causan lesiones graves en la piel del ganado, los animales salvajes y los seres humanos.
Los efectos son especialmente devastadores en la producción pecuaria debido a la mortalidad y a un menor rendimiento en la producción de leche y carne.
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