Ante la convocatoria al diálogo del defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, con el sector afín al expresidente Evo Morales del Movimiento al Socialismo (MAS), el Órgano Ejecutivo reiteró esa predisposición.
Prada leyó este fin de semana la carta de respuesta a Callisaya, en la cual también señaló que el Gobierno en el contexto de sus facultades constitucionales “continuará trabajando para el restablecimiento del orden público y el retorno a la normalidad, así como a la estabilidad de la economía de las familias bolivianas”.
Subrayó que los bloqueos iniciados hace tres semanas en su esencia buscan que se apruebe la candidatura presidencial del exmandatario de origen aymara para los comicios de 2025 y su exclusión de procesos penales, entre ellos, uno por presuntas relaciones sexuales con una menor de edad.
La ministra criticó que los bloqueos mantienen secuestrado al departamento de Cochabamba y vulnera derechos como el acceso a alimentos, combustible, medicamentos, al libre tránsito, al trabajo y a la paz de la población.
“El derecho a la protesta en ninguna parte del mundo se traduce en una carta blanca para atentar contra derechos de toda la población», dijo.
Una operación policial-militar en la que intervinieron tres mil policías según el Ministerio de Gobierno, para restablecer esos derechos, provocaron el viernes último la toma de tres unidades militares y de rehenes en el Chapare, Cochabamba, por seguidores de Morales.
En este contexto, el exmandatario se declaró en huelga de hambre y recordó que en septiembre su movimiento presentó al Gobierno del presidente Luis Arce un pliego petitorio que, en su opinión, respondió con represión, aunque propuso un diálogo para la resolución del conflicto.
“Nuestra huelga de hambre es para que cese la represión y se instale de inmediato un diálogo sincero con acompañamiento internacional, junto a países amigos y organismos internacionales”, posteó en sus redes sociales.
Con un tercer punto de vista, el internauta identificado como BolivianoInsurgente escribió en la red de redes que la presencia de 600 efectivos castrenses de Estados Unidos en el fronterizo Perú es una amenaza para la región, sobre todo para Bolivia.
“El Comando Sur se posiciona alrededor del litio de Bolivia de forma sutil, con la complicidad de @DinaBoluarte, @JMilei y @GabrielBoric”, alertó.
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