Esta cita comercial y económica se extiende del 4 al 9 de noviembre y constituye la más importante bolsa tanto para esta nación como para el Caribe.
Dicha reunión confirma que Cuba ofrece a los inversionistas ventajas que van más allá de la aprobación de la Ley No. 118 y sus normas complementarias.
Tales reglamentaciones permiten crear un marco jurídico seguro y transparente en un entorno empresarial favorable, en un país que ofrece al inversor estabilidad política, social y jurídica y un clima de seguridad para el personal extranjero.
Algunos de los beneficios significativos para los financistas son los incentivos fiscales, la formulación de políticas sectoriales para identificar oportunidades de inversión con capital extranjero que permita el acceso al mercado cubano y a sus consumidores.
Unido a la ubicación geográfica en el centro de un mercado en expansión, elevados indicadores de educación, seguridad social y salud de la población, y una fuerza laboral altamente cualificada. Instituciones al servicio de los inversores, así como una política gubernamental que prioriza la investigación y la innovación tecnológica.
A ello se suman los múltiples acuerdos internacionales rubricados por Cuba con la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), la Comunidad del Caribe (Caricom), y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Se suman a estas relaciones el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión Europea (UE), y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
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