Por Fausto Triana
Aunque el Gobierno, con el presidente Pedro Sánchez en primer lugar, eludió entrar en polémicas y prefirió concentrarse en medidas para solucionar la crisis como consecuencia de la catástrofe de la pasada semana, el tema sirvió en especial a la ultraderecha.
No se conformó con los ataques incisivo a la administración de Sánchez, sino que orquestó acciones de lanzamiento de barro y objetos contra la comitiva de autoridades que ayer visitó el poblado de Paiporta, Valencia, uno de los más golpeados por la Depresión Aislada de Niveles Altos (DANA).
La retirada de Sánchez, que acompañaba a los reyes Felipe VI y Letizia, y al titular de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, fue mostrada como supuesta cobardía, cuando el gobernante fue obligado a marcharse tras recibir un golpe en la espalda por un objeto contundente.
Mazón, del opositor Partido Popular (PP), luego de mantener una aparente armonía con el Ejecutivo, hoy decidió cambiar el discurso y atacar al Gobierno central.
Sin embargo, de inmediato recibió respuestas con desmentido y aclaratorias. El teniente general Francisco Javier Marcos, jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), recalcó que “es la Comunidad Autónoma quien dirige la emergencia y decide dónde vamos”.
«El día en que se desencadenó la emergencia, la UME hizo la alerta temprana y el despliegue adelantado. Cuando la autorización llegó, mis soldados tardaron 15 minutos en llegar. Fuimos de los pocos que estuvimos en Utiel-Requena», apostilló.
Marcos se refirió asimismo a la complejidad de esta operación.
«Se necesitan dos cosas: disciplina y paciencia. Les pido comprensión; los siete mil 800 militares estamos haciendo todo lo posible y contamos con más personal listo para trasladarse en aviones», sentenció.
De otro lado, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, propuso un denominado ‘Plan Valencia’ para la reconstrucción y pidió al presidente Sánchez la declaración de emergencia nacional.
Afirmó que es hora de dejar a un lado las diferencias políticas y con ‘afán constructivo’, le gustaría que el Gobierno tuviera en cuenta en el próximo Consejo de Ministros el apoyo del PP ‘para las acciones que garanticen la mejor atención a todas las víctimas de la DANA’.
En tanto, el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, se pronunció también por “elevar el estado de alarma para que se tome el control desde el Gobierno central”, respecto a la recuperación por la DANA.
Maillo consideró que la “evaluación de la gestión de la catástrofe generada por la DANA la hacen ya quienes la padecen, que han dictaminado deficiencias graves cuando a casi una semana de la lluvia aún hay basura sin retirar, posibles cadáveres en los garajes o falta de alimento y de suministros básicos”.
Sobre ese sentimiento de abandono se han infiltrado grupos de ultraderecha, que repitieron lo mismo que en la pandemia y ahora lo hacen con el desastre, remarcó.
El Ministerio de Sanidad, junto con sociedades científicas y ONGs, aclararon este lunes que la contaminación de agua por cadáveres de animales o humanos no es un problema ahora mismo de salud pública en las zonas afectadas.
Lo más habitual que se va a presentar en los próximos días son enfermedades gastrointestinales y, según avancen los días, la proliferación de vectores en aguas estancadas, con riesgos de infección de enfermedades transmitidas por mosquitos.
Con una cifra preliminar de 217 muertes y cientos de desaparecidos, el Gobierno ya desplegó más de siete mil efectivos militares, guardias civiles y policías en la provincia de Valencia.
Serán un total de 10 mil los efectivos que se sumarán a los cuerpos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y a los dispositivos de rescate y seguridad.
En menor cuantía, Barcelona sufre hoy la inclemencia del tiempo con intensas lluvias de más de 100 litros por metro cuadrado.
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