La titular hizo la petición ante los jefes de las misiones diplomáticas de los países miembros del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea y el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas.
Según la Agencia Congoleña de Prensa, en el encuentro celebrado la víspera la titular manifestó que Ruanda debería ser señalada públicamente por la exportación de minerales procedentes de zonas de conflicto, algo que no siempre sucede.
Añadió que, aunque Kinshasa y Kigali mantienen un alto al fuego desde el 4 de agosto y siguen conversaciones para la paz, se percibe una cierta contradicción entre el discurso público de Ruanda y las acciones sobre el terreno, pues los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), apoyados por ellos, continúan ocupando poblados.
Significó además que muchas de estas localidades corresponden a zonas de importancia minera.
La ministra advirtió sobre el riesgo de expansión del conflicto a nivel regional, por lo que consideró necesario un mecanismo de justicia regional y destacó la responsabilidad del Consejo de Seguridad de garantizar el respeto de la Carta de las Naciones Unidas.
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