En entrevista con la multiplataforma panárabe Al Mayadeen, el titular enfatizó que las fuerzas israelíes no conseguirán nada de la agresión terrestre excepto la decepción debido al heroico enfrentamiento de los hombres de la resistencia.
La autoridad subrayó la posición de Líbano de exigir un alto al fuego y luego la aplicación de la Resolución Internacional 1701 de la ONU sin enmiendas.
A criterio de Al-Murtada, la guerra contra Líbano ya no interesa a quienes la lanzaron, y los dirigentes militares de Israel declararon recientemente más de una vez que la “operación terrestre” agotó sus objetivos y es hora de pasar a lo que denominó “ganancias políticas”.
Sin embargo, el ministro indicó que el gobierno de Benjamín Netanyahu persiste en una guerra de destrucción y desplazamiento como compensación por su pérdida en la guerra de confrontación con la resistencia.
A la luz de los enfrentamientos en el terreno, expresó a los libaneses y a sus aliados que el campo de batalla está bien y el frente de lucha sorprende con nuevas instalaciones y misiles.
Sobre los ataques israelíes a los monumentos arqueológicos del país, el titular de Cultura manifestó que la ocupación sionista quiere destruir la historia, la civilización y la hermandad entre religiones.
A propósito, indicó que Líbano constituye lo opuesto a una entidad policial unilateral, racista, odiosa y opresiva que pretende destrozar sitios históricos, incluidos mezquitas, santuarios, castillos e iglesias.
Para el ministro Al-Murtada, Israel no puede soportar la idea de que no tiene historia en Palestina y, por lo tanto, trata de borrar su historia, judaizarla y hundir la región.
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