Declaró que los cambios que se acometen en la estructura castrense no implican la desaparición de unidades o la reducción de personal, sino que están dirigidos a fortalecer la estrategia conjunta para combatir a los grupos criminales.
“Los comandos integrados continuarán, pero ahora dedicados a tareas de planeación y análisis estratégico en los territorios donde operan. Las operaciones directas recaerán en los comandantes de cada Fuerza”, reveló.
Anunció asimismo que ahora las Fuerzas de Despliegue Rápido (Fudra) pasarán de nueve a 12 unidades y que tendrán objetivos específicos, mayor presencia territorial, y una superior capacidad de movilidad y reacción para enfrentar las amenazas.
Según se explicó, en lo adelante las fuerzas de tarea dependerán directamente del Comando del Ejército Nacional, mientras que las unidades fluviales de la Armada y los medios aéreos de la Fuerza Aérea Colombiana mantendrán el apoyo mutuo en sus respectivas áreas de operación, pero operarán bajo la jerarquía de sus respectivas cúpulas.
“Esta nueva sinergia operacional está contemplada en la actualización del Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho, que es de estricto cumplimiento y supervisión constante”, detalló por su parte el comandante general de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides.
De acuerdo con el ministro de Defensa, con la reorganización, las responsabilidades operativas serán asumidas directamente por los comandantes de cada fuerza, quienes a través de sus divisiones, unidades navales y comandos aéreos de combate, liderarán las operaciones para optimizar la efectividad de las acciones militares.
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