“Nosotros y nuestros socios humanitarios estamos brindando asistencia vital y apoyando la respuesta del Gobierno para ayudar a aproximadamente 1,5 millones de personas que se vieron afectadas por el reciente huracán”, dijo en conferencia de prensa Stéphane Dujarric, vocero del secretario general, António Guterres.
El organismo coordina con las autoridades de la isla previo al impacto de la tormenta mientras asisten a la recuperación tras el paso del ciclón Oscar a finales de octubre por el extremo oriental de la isla, agregó.
Desde la pasada semana, la Oficina de Naciones Unidas en Cuba presentó un plan que espera reunir 33 millones de dólares de socios y actores de la comunidad internacional centrado en San Antonio del Sur, Imías, Maisí y Baracoa, los municipios más impactados.
Como parte de esa iniciativa, el organismo confirmó la asignación de 3,5 millones de dólares de su Fondo Central de Respuesta a Emergencias.
Según detalló el coordinador residente de la ONU en Cuba, Francisco Pichón, el llamamiento se enfoca en seis sectores vitales: agua, saneamiento e higiene; albergues temporales, vivienda y recuperación temprana; educación; logística; salud; y seguridad alimentaria y nutrición.
El plan apoyará los esfuerzos para satisfacer las necesidades urgentes de las personas más afectadas, reactivar la vitalidad de los servicios básicos y avanzar hacia la recuperación de los territorios y los medios de vida de sus habitantes.
De acuerdo con cifras estimadas por Naciones Unidas, 478 mil personas resultaron afectadas por el fenómeno meteorológico que el pasado 20 de octubre permaneció durante cerca de 25 horas en la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental del pequeño país insular.
Como resultado, la región tradicionalmente afectada por la sequía recibió inundaciones severas, lo que provocó la pérdida de siete vidas humanas y bienes de primera necesidad.
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