Por Carmen Esquivel
La exhibición del filme, del realizador Juan Carlos Cremata, formó parte de las actividades organizadas con motivo de la jornada por el Día de la Cultura Cubana, que incluyó también la apertura de una exposición de carteles del cine.
En la presentación de la cinta, el director de la Radio Universidad de Chile, Patricio López, recordó que la obra de José Martí es conocida en este país, así como la de Nicolás Guillén, quien vivió aquí y es el autor de un poema al emblemático Cerro de Santa Lucía.
Destacó también la influencia del bolero, del chachachá y de la Nueva Trova Cubana.
“Estar acá es reivindicar que ese vínculo sigue existiendo y que queremos seguir cultivándolo por mucho tiempo”, dijo.
Miembros del cuerpo diplomático, trabajadores cubanos en este país, integrantes de varios colectivos y asociaciones y amigos de la isla asistieron a la exhibición del filme.
En su intervención en el acto, la embajadora de Cuba en Chile, Mercedes Vicente, recordó que los lazos culturales entre los dos países se extienden también al séptimo arte.
Realizadores como Miguel Littin formaron parte del grupo de docentes de la Escuela de San Antonio de los Baños y de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, dijo.
Añadió que la cinematografía cubana es cronista de la realidad, atraviesa todos los temas, todas las etapas y es un reflejo de la vida cotidiana, de las luchas, experiencias y esperanzas de su pueblo.
Viva Cuba es una oda a la amistad, es la historia de dos niños que quieren desafiar la realidad, dijo la diplomática, y recordó que el filme tiene como trasfondo el bloqueo de Estados Unidos y la migración que está relacionada también con la hostilidad a que Washington ha sometido al país.
El largometraje de ficción, realizado en 2005, obtuvo el Grand Prix Ecrans Juniors en Cannes, fue nominada a los Premios Goya y preseleccionada entre las candidatas a la nominación del Oscar.
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