Como parte de las medidas, las autoridades guatemaltecas anunciaron la víspera la liberación de ocho millones de moscas estériles del gusano barrenador, tras detectar su presencia en un ternero en Los Amates, Izabal.
Un informe de la Agencia Guatemalteca de Noticias señala que las acciones de respuesta de las entidades incluyen cordones sanitarios y otro tipo de intervenciones.
Hace una semana Guatemala decretó una emergencia de sanidad animal por la presencia del gusano barrenador tras detectar un ternero infectado, el primer caso en tres décadas en el país, informó el MAGA.
Este foco «representa una amenaza para la ganadería nacional, así como para todos los animales de sangre caliente del país», dijo el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Maynor Estrada, quien también señaló un riesgo para la población guatemalteca.
«Tomamos la decisión de declarar el estado de emergencia de sanidad animal en todo el territorio nacional, el cual está vigente desde hoy», añadió el titular el martes de la semana anterior.
El mal suele afectar a vacunos, ovejas y cabras, pero también humanos y cualquier animal de sangre caliente son susceptibles de contagiarse.
Guatemala se encontraba libre de ese mal desde 1994, una larva que las moscas Cochliomyia hominivorax depositan en heridas o mucosas de animales.
Pese a la rápida respuesta de las autoridades, del 29 de octubre, cuando detectaron el primer caso, al 4 de noviembre se reportan cabezas de ganado con presencia del gusano en Izabal.
Asimismo se incrementó la vigilancia en zonas fronterizas, con controles estrictos sobre el ingreso y movilización de animales en el territorio guatemalteco, intercambio de información regional, capacitaciones integrales y divulgación de información sobre acciones preventivas.
Solo en El Salvador no se informa de la presencia de la enfermedad, según informes de ese país.
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