En total, durante los combates en la línea de operaciones de Kursk, el enemigo perdió además 184 tanques, 115 vehículos de combate de infantería, 107 vehículos blindados de transporte de tropas, mil 88 vehículos blindados de combate, señala el comunicado del ente castrense en su página oficial de Telegram.
Además, las tropas rusas destruyeron 817 automóviles, 261 piezas de artillería, 40 sistemas de lanzacohetes múltiples, incluidos 11 Himars y seis MLRS, 11 lanzamisiles antiaéreos, siete vehículos de transporte de carga, 59 estaciones de guerra electrónica, y 12 radares de contrabatería.
Respecto a la última jornada, las fuerzas ucranianas perdieron más de 250 soldados, ocho vehículos de combate de infantería, incluidos dos Bradly, seis vehículos blindados de combate, así como dos piezas de artillería, dos morteros y ocho automóviles.
El pasado 6 de agosto las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la provincia de Kursk y ocuparon varias áreas, lo que provocó el desplazamiento masivo de civiles. Desde el 9 de agosto, la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
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