De acuerdo con la agencia de noticias Xinhua, el líder asiático señaló que la cooperación bilateral beneficia a ambas partes, mientras que la confrontación perjudica a los dos países también.
«Una relación estable, saludable y sostenible entre China y Estados Unidos está en línea con los intereses comunes y las expectativas de la comunidad internacional», agregó.
Xi expresó su deseo de que ambas partes defiendan los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de beneficio mutuo, fortalezcan el diálogo y la comunicación, manejen adecuadamente las diferencias, amplíen la colaboración y encuentren una forma correcta para llevarse bien en la nueva era.
Previamente la cancillería china aseguró que su política exterior hacia Estados Unidos se mantendrá estable, sin importar los resultados de las elecciones estadounidenses.
El candidato republicano Donald Trump retornará a la Casa Blanca en enero de 2025, luego de un primer mandato como presidente 45 (2017-2021) considerado caótico por no pocos analistas y críticos.
Respecto a la política exterior, se mueve en algunos aspectos en lo mismo que se propuso en 2016 y durante la carrera presidencial que perdió en 2020.
En febrero pasado Trump prometió imponer “duras sanciones a China y a otros abusadores comerciales”.
En el último año visitaron el gigante asiático altos cargos de Estados Unidos y en cada encuentro el resultado fue el mismo: aparente consenso, Washington comprometido con no desacoplar las economías, listos para la cooperación y respeto por el principio de una sola China.
Lo que en realidad sucedió fue una nueva vuelta en las tensiones comerciales entre ambas naciones y el enojo de Beijing por la ayuda militar del país norteamericano a Taiwán.
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