Lo transaccional se define como una relación de “dame que yo te doy”, siempre buscando beneficios en cada relación, según definen analistas como Carl Meacham, presidente de Global Americans.
En el caso de El Salvador habría que ver como el presidente Nayib Bukele logra enroscar su promesa de desarrollar la economía con la proyección del próximo ocupante de la Casa Blanca.
En la actualidad, Estados Unidos se ubica como el principal socio en compras y ventas del llamado Pulgarcito de las Américas.
“El Salvador con Estados Unidos tienen una relación comercial muy importante, porque es el socio más importante comercialmente hablando”, dijo la víspera Luis Maradiaga, representante de la Dirección General de Aduanas de El Salvador (DGAES) ante diputados de la Asamblea legislativa.
En el caso de las importaciones, el país compró del gigante del norte los combustibles, vehículos, maquinarias, cereales, plásticos, textiles, leches, así como preparaciones alimenticias, entre otros, por valor total de tres mil 963 millones hasta octubre de 2024.
Sobre las exportaciones, vendió prendas de vestir, condensadores eléctricos, azúcar de caña, café, preparaciones alimenticias y bebidas, que hasta octubre totalizaban un valor de mil 819 millones de dólares.
Estos datos muestran la importancia de la relación comercial entre ambos países, en especial para los salvadoreños que seguirán con atención el rumbo que imponga Trump y como ese camino incidirá en un tema tan vital como la migración.
Los expertos no arriesgan en proyección pero si anticipan que Trump no dará nada si no obtiene algún rédito a cambio, y el tema migratorio, sin duda, será una moneda de negociación.
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