Organizado por el Centro de Integración y Cooperación de Rusia y América Latina (Cicral-Bolivia), el acontecimiento teórico tuvo como sede la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UMSA, y contó como expositores con la exministra de Salud (2006-2008) Nila Heredia, así como los historiadores José García y Javier Larrain.
Al presentar al panel, la directora general del Cicral, Sara Valentina Enríquez, aseguró que este foro es parte de los objetivos de esta nueva institución de fortalecer la cooperación, el conocimiento y la diplomacia de los pueblos entre ambos países.
Indicó que el ejemplo más palpable de la influencia en América Latina de aquel acontecimiento de Rusia en 1917, es la Revolución cubana.
En su intervención, García afirmó que la revolución es un hecho de masas, y por eso la primera tarea de un revolucionario es estudiar la realidad histórica concreta y trabajar con las bases populares.
Mencionó el importante papel que desempeñó el fundador del primer Estado socialista de la humanidad, Vladimir Ilich Lenin, quien identificó en las condiciones de Rusia la importancia de organizar un Gobierno según el modelo de los sóviets (juntas) de diputados obreros y campesinos.
Jefe editorial de la revista Correo del ALBA, Larrain subrayó que la Revolución de Octubre resultó un salto cualitativo en el desarrollo del marxismo, pues por primera vez la teoría de Carlos Marx y Federico Engels se concretó en la práctica.
Recordó que, a diferencia del resto de la Europa industrializada, en la Rusia zarista de entonces coincidían el predominante atraso semifeudal y la modernidad de manifestaciones industriales capitalistas con todas sus contradicciones económicas, políticas y sociales.
Larrain subrayó que en ese contexto y en contraste con la socialdemocracia de la II Internacional, en medio de la ¨Primera Guerra Mundial, Lenin orientó la toma del poder por los campesinos y proletarios.
Ello con mejoras sociales radicales como la jornada de ocho horas, la nacionalización de la banca, el control obrero de la producción y la defensa, así como la igualdad de derechos de las 100 nacionalidades que integraban el imperio ruso de entonces.
La militante en los años 60 del siglo pasado del Ejército de Liberación Nacional (ELN) actual Movimiento Guevarista/ELN Nila Heredia, enfatizó en la importancia de realizar este tipo de debates con la participación de jóvenes, en un contexto de gran lucha ideológica en la cual prevalece la manipulación, la guerra cognitiva y la tergiversación de la historia.
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